Una familia como muchas
aparentemente normal. Adán y Eva tienen dos hijos crecen cada y uno se dedica a su trabajo. V 1 “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual
concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido
varón. 4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de
ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.”
Como
nos podemos dar cuenta hasta aquí no hay ningún problema. Los dos creen en
Jehová, tanto que los dos llevan ofrenda a Dios. V 3-4 a “Y aconteció andando el
tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas”
En la palabra no dice que Caín
llevo lo peor, simplemente dice que llevo ofrenda. Es más Dios sabe de el
esfuerzo que hizo Caín, recuerda que el trabajo de labrar la tierra no es
fácil, no es un trabajo para flojos.
Dios miro dos cosas, miro a Abel y
miro su ofrenda. V 4 b “Y
miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;” de la misma forma mira a Caín
y mira su ofrenda. V 5 a “pero
no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya”
Dios primeramente mira al hombre,
pero después mira la ofrenda no podemos separar al hombre de la ofrenda.
Dios mira nuestro corazón. 2 Corintios
9: 7 “Cada uno
dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre.”
En el corazón de Caín había maldad.
V 6 “Entonces Jehová dijo
a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?”
Aquí encontramos el tipo de dos
clases de cristianos, uno que se congrega porque ama a Dios y su actitud es la
mejor y otro que hace las cosas porque le toca. Hoy nuestra ofrenda ya no son
los animales, ni el producto del campo. Nosotros somos esa ofrenda viva y el
templo es el lugar donde nos damos en sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
Entregar nuestro cuerpo en sacrificio
significa dar lo mejor del tiempo que Dios nos da, lo mejor de los talentos, lo
mejor de los diezmos. Etc.
Dios sabe lo que hay en nuestro
corazón por eso el en su misericordia nos:
1. previene a tiempo. V 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?
y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su
deseo, y tú te enseñorearás de él.” Dios quiere que todo el mundo sea
salvo.
2. Nos da la oportunidad de
arrepentirnos. V 9 “Y
Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió:” ¿será que
en realidad Dios no sabía dónde estaba Abel, o lo que le había pasado? La
historia se repite. Dios le dio la oportunidad a su padre Adán para que se
arrepintiera, cuando le dijo Adán, Adán donde estas. Pero al igual que hiso su
padre Caín también rechazo esta oportunidad. V 9b “No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi
hermano?”
Todo lo que hagamos para Dios
tienen que ser con gozo y alegría, el problema del cristiano moderno es que
solo busca a Dios por los milagros por esta razón su gozo es perecedero, es muy
corto. Y pronto esta renegando de Dios cuando considera que Dios le incumplió
en su petición.
Cuando no le damos a Dios con
alegría y somos desobedientes no nos queda más que soportar la terrible
consecuencia. V 11 “Ahora,
pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano
la sangre de tu hermano.”
Caín no se arrepintió ni aun
mirando el castigo, lo que hizo fue lamentarse por su condición y hacerse la víctima.
V 13-14 “Y dijo
Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 4:14 He aquí me
echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y
extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.”
En los momentos de dificultad es
cuando nuestro corazón queda al descubierto y brota de el todo lo que tiene
escondido. Maldad o benignidad, enojo o humildad.
No es hora de admirarnos de Caín es
la hora de hacernos un autoanalices de nuestro corazón.
¿Cómo está tu corazón delante de Dios?
¿Qué cosas están muy escondidas allí que todavía no
arreglaste seriamente con Dios?
¿Cómo reaccionas o qué expresas cuando algo tuyo no
es aprobado o aceptado?
¿Cómo tratas a tus hermanos cuando sus ofrendas son
aceptadas, cuando sus ministerios son reconocidos o cuando son elegidos en
lugar tuyo?
¿Continuas amando a tu hermano o lo “asesinas” con
tus palabras, tus indiferencias y tus críticas?
No lleves tu ofrenda por necesidad, ofrécela por agradecimiento
Recibe tu Devocional Diario: (Clik.Me Gusta) FACEBOOK: pastor jose luis Dejoy