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Cuantas veces hemos tenido tantos problemas en el día, preocupaciones, conflictos. Que cuando llegamos a nuestra camita cansados esperando darnos un buen sueño, pasa todo lo contrario, nos encontramos que nuestra almohada parece de piedra. Es difícil conciliar el sueño damos vueltas y vueltas, contamos ovejas, tantas veces que las mismas ovejas se encargan de despertarnos.
Jacob se había metido en problemas
le robo la bendición a su propio hermano a Esaú, y Esaú muy dolido por lo que
le había pasado prometió algo. Prometió que apenas tuviera la oportunidad mataría
a Jacob su hermano y ahora a Jacob no le quedaba sino huir, irse lejos. Pero
veamos esta parte de la historia. Génesis 27: 41-45 “Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su
padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de
mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. 27:42 Y fueron dichas a
Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo
menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea
de matarte. 27:43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz;
levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán, 27:44 y mora
con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue; 27:45
hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has
hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de
vosotros ambos en un día?”
Cuantas veces nosotros también
tenemos que huir, y muchas veces no por culpa de los demás, la culpa es nuestra
nos metemos en tantos problemas, económico, afectivos, o lo que es peor
nuestros malos hábitos de comportamiento nos meten en problemas. La
murmuración, el chisme. Etc.
Jacob estaba huyendo y cansado le
toco probar dormir en las piedras. Génesis 28: 10-11 “Salió, pues,
Jacob de Beerseba, y fue a Harán. 28:11 Y llegó a un cierto lugar,
y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel
paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.”
No era el mejor de sus días, pero
¿Sabes qué? Muchas veces Dios se manifiesta en momentos de dificultad. Esos momentos
de aflicción pueden ser los momentos propicios para tener una revelación de
parte de Dios. V 12 “Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en
tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y
descendían por ella.”
La promesa de Dios también es para nuestro tiempo. Si creemos
podremos ver los cielos abiertos y tener una experiencia inolvidable con
nuestro amado Jesucristo. Juan 1: 50-51 “Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije:
Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 1:51
Y le dijo: De
cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los
ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.”
A través de esa escalera Jehová nos
recuerda que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo. 1
Timoteo 2: 5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios
y los hombres, Jesucristo hombre,” no hay otra persona aparte de él que pueda interceder por
nosotros.
Los padres somos los encargados de
dejar preparado el camino para encontrarse con Dios. Aunque Jacob tal vez no había
tenido una muy buena relación con Dios, por ser el un mentiroso y engañador. Su padre Isaac si había
dejado un camino muy bien marcado. V 13 “Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual
dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra
en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia”
Dios permite que toquemos fondo
para darnos sus promesas. V 14 “Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te
extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de
la tierra serán benditas en ti y en tu simiente”
Solo en los momentos de peligro,
cuando los ataques del enemigo se hacen más evidentes podemos sentir con mayor
fuerza la protección de Dios. V 15 “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por
dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré
hasta que haya hecho lo que te he dicho.”
En los momentos difíciles nos damos
cuenta que Dios existe y que está con nosotros. V 16. “Y despertó
Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo
sabía.” si alguien
te dice y donde estaba tu Dios cuando te accidentaste, sin dudarlo respóndele
que estaba contigo por eso estas vivo para poderlo contar, si alguien te
pregunta y donde estaba tu Dios cuando tuviste ese gran problema no dudes en
decir que él estaba contigo dándote fuerzas por eso lo pudiste soportar y
superar.
Cuál es tu reacción frente a lo que
te trae incomodidad. ¿Lamentarte? ¿Maldecir tu situación? Hay muchas personas
que reniegan por lo que están pasando y esto es maldecir. Jacob se levantó,
tomo la piedra que en la noche fue su cabecera y la ungió. Todavía no había recibido
lo prometido pero estaba bendiciendo por fe. ¿Qué haces con la piedra que te
quita el sueño? V 18 “Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que
había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.” si tu
estas pasando por momentos difíciles. Toma la decisión de bendecir. Unge tu
casa, tu negocio, tu salario. No digas que el dinero no alcanza para nada, más
bien bendícelo y declara que tu salario se multiplicara.
En nuestros momentos más difíciles.
No debemos ser interesados pero si por agradecimiento podemos comprometernos
con Dios. Podemos hacer de lo que le estamos pidiendo a Dios algo que sirva
para la obra de salvación. V 20-22 “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y
me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para
vestir, 28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será
mi Dios.
28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”
28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”
El problema no está en los
inconvenientes que se puedan presentar en tu vida. El problema esta es en tu reacción
frente a los problemas que se te han presentado. Puedes tener una reacción de
vencedor o de perdedor. ¡Esa es tu decisión!
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