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En este mundo es normal que siempre tengamos malos entendidos y aun mas también pleitos. Esto se debe a que somos mundos diferentes cada uno piensa y actúa de distinta manera.
El hogar está conformado por una
pareja y la pareja esta compuesta por dos personas que nunca se conocían, que
vienen de mundos diferentes, culturas diferentes y hasta estratos diferentes.
Es normal
que dos personas con estas diferencias tengan desacuerdos en muchas de las
cosas que tengan que vivir y sobre todo cuando tienen que tomar decisiones.
Ya que son muy comunes los
desacuerdos entre los seres humanos se hace indispensable que aprendamos a
reconciliarnos. El arte de la reconciliación.
La reconciliación es algo que se
tiene que preparar por eso es todo un arte, para que esto funcione bien necesitamos
de algunas cosas tales como:
1. Reconocer que nos hemos
equivocado. Es difícil y hasta imposible preparar la reconciliación si creemos
que todos los demás son culpables menos
nosotros.
2. Propisiar un encuentro con la
persona que queremos reconciliarnos. V 3 “Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a
la tierra de Seir, campo de Edom.
32:4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;” invítalo(a) aun lugar agradable o busca un momento oportuno.
32:4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;” invítalo(a) aun lugar agradable o busca un momento oportuno.
3. Superar los temores. V 6- 7 “Y los mensajeros volvieron a Jacob,
diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y
cuatrocientos hombres con él. 32:7 Entonces Jacob tuvo gran temor,
y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las
vacas y los camellos, en dos campamentos” tener temor es natural
sirve para protección. Dejarnos dominar por el temor no es normal. El temor sin
control produce cobardía. Y nosotros no estamos hechos para ser cobardes. 2
Timoteo 1: 7 “Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.”
4. Depender de Jesucristo, solo Dios
puede calmar los ánimos de nuestros agresores. V 9,11 “Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham,
y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu
parentela, y yo te haré bien; Líbrame ahora de la mano de mi
hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre
con los hijos.”
5. Utilizar Un Detalle siempre
ayuda. V 13-14 “Y durmió
allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su
hermano Esaú: 32:14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas
ovejas y veinte carneros,” no siempre se necesita tener
dinero para dar un detalle, una sonrisa, un mensaje, un dulce.
* Los
detalles pueden preparar el terreno de la reconciliación. Utiliza los detalles
antes del encuentro con la persona agraviada. V 17-18 “Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú
mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde
vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti? 32:18
entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y
he aquí también él viene tras nosotros.”
6. Nunca te olvides de depender de
Dios. Génesis 33: 1-3 “Alzando
Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él;
entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
33:2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a
Raquel y a José los últimos. 33:3 Y él pasó delante de ellos y se
inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano”
Si te preocupas de hacer de la reconciliación
todo un arte. Pronto veras los resultados. 33: 4 “Pero Esaú corrió a su encuentro y le
abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.” Lo más
hermoso después de toda discusión sin duda es la reconciliación.
El depender de Dios hace que todas
las cosas a pesar de las dificultades nos salgan bien. V 18 “Después Jacob llegó sano y salvo a la
ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram;
y acampó delante de la ciudad.”
Si crees que en todo o que hiciste
dependiste de Dios, y sobre todo si sientes que gracias a él todo te ha salido
bien nunca te olvides de ser agradecido. V 19- 20 “Y compró una parte del campo, donde
plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien
monedas. 33:20 Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.”
Recuerda tener desacuerdos con los demás
es normal pero no reconciliarse a tiempo y dejar que las cosas se agraven en tu
relación eso no es normal. Confía en Dios
lucha por tu relación y pronto lo lograras.
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