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Cuando Dios se propone bendecirnos nadie ni nada se puede oponer. No importa cuánto tiempo tenga que pasar la bendición se cumple.
Dios nos da sus bendiciones de
manera gradual muchos llegamos a los pies de Cristo después de tener una vida
desastrosa la cual nunca la pudimos manejar esa era la razón por la cual
vivíamos de la peor manera.
Para
recibir la bendición es necesario pasarnos por un tratamiento al igual cuando
alguien esta desnutrido el médico antes de mandarle vitaminas primero le pide
que se purgue para que el medicamento le haga efecto.
Lo mismo pasa con nosotros de
manera espiritual, es necesario que pasemos por un proceso de desintoxicación
espiritual y de esta manera la bendición haga efecto en nosotros y no la
desperdiciemos.
Dios le prometió a Jacob que lo iba
a bendecir. Génesis 28: 15 “He
aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a
traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he
dicho.” lo que no
le dijo fue cuanto tiempo se iba a tomar para bendecirlo. Génesis 31: 41 “Así he estado veinte años en tu casa;
catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has
cambiado mi salario diez veces.”
Jacob era bendecido en medio del
proceso, a pesar de que no tenía algo para él, su vida resulto de bendición
para los demás. Génesis 30: 30 “Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran
número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré
también por mi propia casa?” bendiciendo a otros de alguna manera Jacob repara el
daño que antes había hecho a su hermano.
Llego la hora de trabajar para su
bendición, la promesa de Dios se empezaba a cumplir. La confianza de Jacob en
Dios se pone a prueba. V 32 “Yo
pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y
salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y
salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.” Jacob
podía pedir dinero a cambio de su trabajo pero prefirió creer en algo que para
muchos resultaría extraño y difícil. Muchas veces Dios nos bendice a través de
cosas que parecen difíciles, nos daña aparentemente lo que ya tenemos acomodado
y fácil para darnos algo mejor a través de algo difícil.
Dios cumple su promesa. V 43 “Y se enriqueció el varón muchísimo, y
tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.”
Cuando Dios se dispone a bendecirte
muchas personas van a tratar de detener la bendición, pero Dios no va a
permitir que ellos lo logren. Génesis 31: 7-9 “y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el
salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal.
31:8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 31:9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí.”
31:8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 31:9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí.”
Dios siempre respalda lo que
hacemos. 31: 11-12 “Y
me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 31:12 Y él
dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las
hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que
Labán te ha hecho.”
Dios se acuerda de nuestros pactos.
Cuando tú haces un pacto con Dios no creas que es tiempo perdido. V 13 “Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú
ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta
tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.”
Dios nos protege de nuestros
agresores. V 29 “Poder
hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche
diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.”
No importa cuanto tengamos que
sufrir siempre tendremos la bendición, y por mucho que parezca nuestro
sufrimiento siempre será para algo mejor. Dios nos desacomoda para volvernos
acomodar. 31: 40 “De día
me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.”
No te preocupes por cómo te están saliendo
las cosas. Si Dios prometió bendecirte, nada ni nadie podrá detener la
bendición que es para ti. Solo ten paciencia y podrás disfrutar de lo que Dios
tiene para ti.
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